Entrañable reflexión de la Dra. Mónica Torres Amarillas en el Contexto del Olimpismo que se vive en el Mundo Entero por los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020
ÉPOCA DE HEROÍSMO. ENTRE SOBREVIVENCIA Y MEDALLAS…
Dra. Mónica Torres Amarillas,
Bimedallista Olímpica, TaekwonDo.
Los presentes Juegos Olímpicos, además de una justa deportiva, son una muestra de coraje, en los que los atletas de todas las modalidades deportivas llevan un mensaje de lucha y sobrevivencia: sobrevivir a las pérdidas, al dolor, al temor, a la pandemia, a la soledad, al recuerdo de los que se adelantaron. Que cada representante mexicano lo grite y lo llore, que lo sangre, porque eso nos ha costado. Y no nos vamos a extinguir, hay más luz en nuestro ser que la oscuridad de cualquier virus.
En cada área de combate o competencia, pista, cancha, piscina, hay que dejar el corazón por los nuestros, hay que colocar los sueños y trascender hacia quienes necesitan ahora la inspiración, por los que día a día se sienten solos en sus proyectos, desempleados o en pobreza, desamparados, cuestionados y sin puertas abiertas.
Que en ese intenso deseo de tocar el cielo y su gloria, nuestras hermanas y hermanos que ahora nos representan en Tokio 2021, libramos juntos una guerra contra el destino. En estos años nuestro espíritu está hecho de la esencia de nuestro pueblo, por ellos ha sido todo este tiempo.
Ojalá que en cada esfuerzo, concentración, golpe, acierto, anotación, sientas que estamos esperando tu ejemplo y nos demuestres que todavía es posible triunfar, cuidarnos, amarnos y ser mejores.
Me gustaría mencionar nombres y recordar hazañas, pero hoy incluso estoy dispuesta a olvidar los logros que humildemente pude conseguir, por ver cómo su espíritu hablará por nuestra raza mexicana. Los necesitamos aquí y allá, siempre fuertes, pioneros de una nueva forma de enfrentar la vida con coraje, compromiso y en su entrega solidaria.
Estamos todas y todos pendientes de sus logros, con el corazón abierto les deseamos la mejor participación, con ese mismo cariño les recibiremos, más allá de los resultados. Ahora desterramos el encono, la negatividad, y cualquier complejo personal que no nos permita ser iguales. Dios les bendiga a ustedes y sus familias. Ustedes son nuestras medallas y estamos orgullosos. Escriban la historia. La comunidad deportiva hacemos el compromiso de no olvidarles y olvidarnos. Desde estas líneas abrazo a todas y todos los que construyen mejores personas desde el deporte. Toca luchar de otras formas.