A continuación otro artículo que extrajimos de los Archivos de KATANA escrito hace cerca de dos décadas en torno al testimonio del Profesor Armando Ramírez Flores alumno de los Maestros Miguel Moreno Segura y Michael Moreno con imágenes de Ricardo Cruz Lara:
Seguramente mucho de ustedes se preguntarán qué relación puede tener el Aikido con esta enfermedad que afecta a millones de seres humanos alrededor del mundo. Antes de explicarles dicha relación, revisaremos algunos aspectos generales de la enfermedad.:
Se estima que cerca del 7% de la población a nivel mundial padece esta enfermedad y desafortunadamente la mayoría de ellos no está diagnosticada y/o reciben tratamiento médico adecuado.
En México, la situación es más alarmante, ya que nuestra población es más propensa al desarrollo de esta patología, por lo que estudios recientes han estimado que cerca del 10% de nuestra población tiene la enfermedad y que tan solo el 50% del índice está bajo algún tipo de tratamiento. Pero, ¿qué es la diabetes? La diabetes es un trastorno metabólico orgánico relacionado con la hormona insulina y el metabolismo de los carbohidratos. Se clasifica en tres tipos: La diabetes insulinodependiente (requiere aplicación exógena de insulina, generalmente en niños y adolescentes); la diabetes no insulinodependiente (el cuerpo pierde la capacidad de utilizar su propia insulina); la diabetes gestacional, que como su nombre lo indica sólo se presenta durante el embarazo.
No es la intención de este documento hacer una descripción detallada de esta patología; sin embargo, comentaremos algunos de los datos clínicos más relevantes y la importancia del manejo integral de estos pacientes.
Algunos signos y síntomas frecuentes de esta patología son: aumento de la sed (número de tomas y volumen), aumento de la frecuencia y volumen de la orina, pérdida de peso a pesar del aumento del apetito, infecciones frecuentes, entre otros. Si usted considera que presenta más de dos de estos datos, le sugerimos consultar a su médico.
Algunos lineamientos generales del manejo integral para estos pacientes incluyen: tratamiento farmacológico (hipoglucemiantes y/o insulina), modificación de los hábitos alimenticios (alimentación balanceada) y una actividad física permanente que favorezca el adecuado funcionamiento y metabolismo corporal.
Desde un punto de vista general, encontraremos en el Aikido dos componentes fundamentales en perfecto equilibrio. Por un lado, el aspecto deportivo lo considera como un deporte de alto rendimiento, mientras que desde el aspecto espiritual el Aikido es una disciplina que fortalece y templa el carácter, por lo que le ofrece a sus practicantes la oportunidad de alcanzar un desarrollo físico-espiritual completo que le permitirá vivir y desarrollar sus actividades cotidianas en forma armónica. En principio, como se mencionó con anterioridad, una parte fundamental del tratamiento integral de la diabetes es el fomentar en los pacientes un programa de actividad física constante; es decir, las personas diabéticas deben evitar a toda costa tener una vida sedentaria que favorezca la aparición de las complicaciones de esta enfermedad. Adicionalmente, al fortalecernos espiritualmente, desarrollamos un estado de conciencia que nos permite valorarnos como seres humanos y por tanto aceptamos y afrontamos de mejor manera nuestras responsabilidades. Para el diabético, ser responsable es la diferencia entre vivir una vida digna con salud y la enfermedad controlada o sobrevivir con una sentencia de padecer hasta la muerte una enfermedad crónica que nos irá consumiendo gradualmente.
Por lo anteriormente expuesto, podemos afirmar que el Aikido representa una opción real para toda persona enferma de Diabetes que esté decidida a vivir mejor, fortalecer su cuerpo y su espíritu para controlar en forma integral (manejo médico y medidas generales) su padecimiento.
Para cualquier información adicional estamos a sus órdenes en la Federación Mexicana de Aikido, A.C.
TESTIMONIO DE ARMANDO RAMIREZ FLORES:
EL INICIO
Vengo de una familia que tiende a subir de peso y desde muy joven padecí de ello. Imagínense, cuando conocí el AIKIDO pesaba alrededor de 105 Kg.
Practicaba como siempre lo he hecho, con mucho entusiasmo pero con bastante dificultad. Por aquel entonces sucedió que entré en una temporada de bastante trabajo, estrés y problemas personales por lo cual me aleje de la practica del AIKIDO.
Aparentemente todo marchaba bien, hasta que un día amanecí con bastantes ganas de ir al baño y con bastante sed. Como suele suceder en estos casos no le di la importancia que debería, con lo que comencé a sentir los estragos de la enfermedad: perdida de peso, sed, ganas de orinar, bastante hambre, ansiedad, nerviosismo, debilidad, insomnio, etc. Mis compañeros de trabajo me comentaron que podría ser Diabetes, a lo cual me negaba, aduciendo que no sentía absolutamente ningún dolor; sin embargo a través de los años he reconocido que sentía un temor enorme al pensar que pudiera padecer tal enfermedad. Tras dos semanas de sufrir los trastornos descritos y bajar alrededor de 22 Kg., una tarde sentí que me desvanecía, se me doblaron las piernas y de no haber sido por uno de mis amigos que alcanzó a sostenerme, tal vez hubiera caído al piso. Este hecho me llevo a consultar de inmediato al medico que estaba atendiendo a mi madre, quien después de ciertos análisis comprobó y me comunicó que efectivamente tenia problemas graves con mi nivel de azúcar en la sangre.
Tardé dos días en asimilar (o tratar de hacerlo) que la Diabetes es una enfermedad degenerativa, hasta el momento incurable pero casi perfectamente controlable.
MI REENCUENTRO CON EL AIKIDO
Parte del tratamiento consiste en hacer ejercicio (moderadamente) todos los días, lo cual hizo que volteara hacia el momento en que había interrumpido mi practica de AIKIDO. Más sin embargo tenía una duda terrible ( y por lo tanto igual temor) ¿Podría seguir practicando AIKIDO sin sufrir algún trastorno por mi recién descubierta enfermedad?.
Nuevamente me acerque a nuestros maestros Sensei Miguel Moreno y Sensei Miguel Ángel Moreno para comentarles lo sucedido y recibir su orientación acerca de la forma en que debería practicar. Me llevé una grata sorpresa al notificarme mis maestros que no había ningún impedimento para que pudiera practicar con toda naturalidad, incluso el Sensei Miguel Ángel hizo el comentario acerca de que en Japón a las personas que se les diagnosticaba la enfermedad se les recomendaba tomar clases de AIKIDO como parte del tratamiento.
Mis primeras clases fueron (según recuerdo) agotadoras y al principio no se notó cambio alguno. Según el doctor que me atendía era porque mi cuerpo se estaba adaptando al medicamento y al ejercicio así como al nuevo peso que tenia. Casi si notarlo, mi nivel de azúcar fue siendo regulado y al irse adaptando mi cuerpo al nuevo peso, algunos de mis problemas tomaron el cause que deberían y mi vida fue siendo un poco mas estable.
Con el paso de los años he aprendido a controlar mis medicamentos y a darle la importancia que ha tenido en mi vida la practica del AIKIDO.
Hace aproximadamente seis años sufrí una nueva crisis en todos los aspectos de mi vida, la cual me llevó a utilizar la Insulina como medio de control de la Diabetes, nuevamente caí en la depresión por pensar que mi vida estaba siendo consumida por la enfermedad. También en ese momento consulte con mis maestros para avisarles de mi nueva medicación y recibir (como siempre ha sido) todo el apoyo y comprensión de su parte para controlar mi enfermedad. A partir de ese momento he estado manejando la enfermedad junto con las crisis que me han aquejado de la mejor manera posible.
Hace poco tiempo platicaba con mi Sensei Miguel Ángel acerca de la vida que debería llevar una persona con esta enfermedad, y me comentó que dicha vida tenia que ser lo más estable posible para mantener los niveles de azúcar en los limites de una persona normal. Esto es, sin angustias, sin presiones, sin crisis, sin estrés, con una dieta balanceada, con el debido descanso, sin demasiadas alegrías, sin sobresaltos, etc., es decir, una vida extremadamente sana, lo cual es bastante complicado en la actualidad.
MI VIDA ACTUAL
Al correr de los años me he encontrado con que el AIKIDO ha venido a formar parte de mi vida, pues sin su practica mis niveles de azúcar se descompensan de una forma alarmante. Han surgido otros problemas, pero ninguno atribuible a la enfermedad que padezco.
Entre las cosas que el AIKIDO me está enseñando al correr de los años es a luchar por lo que esté en mis manos y a dejar de sufrir por lo que no está en ellas. Esto lo interpreto de tal manera que mi vida está tomando un curso más estable; de ser un tipo impetuoso, orgulloso, vanidoso, que se quería comer el mundo, ahora mi ímpetu lo estoy transformando en fuerza creadora consciente; en vez intentar hacer cinco cosas a la vez y sentirme frustrado por fallar en tres o cuatro, ahora me esfuerzo por hacer una bien y rápido, para seguir con la otra; la parte del orgullo y vanidad las estoy transformando en humildad y armonía para con todas las personas que me rodean.
En el aspecto físico aún estoy con la Insulina, en dosis muy bajas gracias al ejercicio y a todos los beneficios adicionales que otorga la practica del AIKIDO. Como lo mencioné anteriormente, a esta enfermedad se le considera como crónico-degenerativa por lo que el control que se debe llevar sobre ella debe ser muy estricto. Después de casi 13 años de padecerla me complace señalar que, salvo una o dos ocasiones, no ha habido problemas serios y estos se han dado en los momentos en que temporalmente me ha sido imposible entrenar. Como comentario final quiero señalar que algunas personas (compañeros practicantes) que no sabían de mi enfermedad se han sorprendido, ya que como comentan: “nunca nos hubiéramos imaginado que el AIKIDO le hiciera tanto bien a los enfermos de Diabetes”.